Cuando empece en esto de las webs y demas, me nice con dreamweaber una web, concretamente www.infotec.cc/proxidao , aun sigue operativa, pero por si las crestas, voy a ir copiando los articulos que me parezcan mas interesantes aqui, para que no se pierdan.
Concretamente, esta entrada versa sobre un libro. Rubicon, auge y caida de la republica romana, de Tom Holland. Os dejo con el...
Traducción de Julia Casanova.
Edita: Editorial Planeta.
Sinopsis.- Año 49 antes de Jesucristo, Julio
Cesar regresa de una campaña triunfal en la que, secundado por un grupo
de legionarios que ya solo le guardan lealtad a el, ha conquistado las
tierras que pertenecían a los galos. El y sus hombres descansan ahora
frente al río Rubicon, la frontera natural que señala el camino de
regreso a Roma. Cesar puede quedarse en este lado de la frontera o
cruzarla y enfrentarse a su nemesis, el único hombre que puede hacerle
frente: Pompeyo, cónsul de la Ciudad Eterna. Pero sabe que ese encuentro
solo puede derivar en una guerra civil que termine por destruir una
Republica que, pese a la fuerza cada vez mayor de sus ejércitos, parece
carcomida por la corrupción moral. Aun así, los cascos de los caballos
cruzan el río y los labios de Julio Cesar murmuran: “La suerte esta
echada”.
Pero Rubicon, Auge y caída de la Republica romana es también
la monumental crónica del nacimiento del Imperio romano sobre las
cenizas de la vieja Republica. Una pugna fascinante en la que se verán
involucrados Cicerón, Craso, Cleopatra, Bruto, Casio, Octavio y Marco
Aurelio, y que nos permite conocer las intrigas políticas, ser testigos
de las grandes bacanales y tomar el pulso a la vida artística y
callejera de Roma p ara entender como fue posible llegar a ese
enfrentamiento fraticida.
Mi opinión.- Hace tiempo, me gustaba leer
bastante de la llamada novela histórica, era entretenida, pero yo
pretendía saber distinguir entre lo novelesco y lo histórico.
Desgraciadamente, y tras sufrir las clases de historia de amigos y
compañeros laborales, que hacen dogmáticas las nociones que aprenden en
sus novelas históricas, sinceramente, les he pillado asco. A las
novelas, no a los compañeros y amigos.
Este libro, no es una novela histórica al uso, es algo a caballo
entre el ensayo, y la novela histórica. Toma hechos ciertos y pasados, y
elucubra noveleramente con los porques y pensamientos de los
personajes.
El libro cuenta con 340 páginas, y en ellas el autor narra los
avatares de Roma desde el 140 antes de Cristo hasta el 14 después de su
nacimiento, es decir toda la convulsa época del paso de la Republica al
Imperio. He de decir, que su lectura me ha parecido muy amena e
interesante, y considero que por su parte ensayística, merece que yo lo
resigne en mi pagina, puesto que a pesar de no ser un libro sobre guerra
propiamente dicho, ni un ensayo histórico al uso, muestra eficazmente
como era la recluta en aquellos días, las campañas, las intrigas y
demás. Las escenas de cómo fulano se alía con mengano contra zutano, y
luego se rehacen alianzas y odios, esta muy bien ilustrado, la verdad
que mi desconocimiento de cómo era la vida romana, sus costumbres
políticas, y demás durante la época en cuestión era total, y el libro la
verdad te pone en situación muy ilustrativamente.
Esta época de surgimiento de un imperio fue profusa en guerras y
batallas, y las descripciones someras de estas, son abundantes, sea del
final de las guerras punicas, a las propias guerras civiles romanas,
revoluciones de esclavos, o las numerosas campañas, sean en Hispania,
Bretonia, Galia, Germania, Grecia o Asia.
En resumen, un muy buen libro para aquellos que suelen alternar
lectura más ligera después de leer reiterados ensayos o tratados
militares o históricos, esta es mi lega opinión, además y en lo que a
los wargames concierne, tras su lectura le dan a uno unas ganas de
ponerse a comandar legiones con Armati…
Mi cita favorita…
No es mi favorita pero como muestra un boton… A continuación se
narra la batalla de Carraeh, que ocurrió durante la campaña que Craso
desarrollo en Asia allá por el 54-55 a C.
“ Gracias a su cuidadosa contabilidad, Craso pudo reclutar un
ejercito verdaderamente digno de sus ambiciones: siete legiones, cuatro
mil soldados de infanteria ligera y otros tantos de caballería. Entre
el contingente de caballería, como toque exótico, había un grupo de mil
galos…
…En la primavera del 53, Craso y su ejercito cruzaron de nuevo el Eufrates. Comenzaba la gran aventura…
… Frente a su ejército, hacia el este, no había nada excepto un
calor abrasador. Entonces, al fin, la avanzadilla dio con unas huellas
de caballería. Las huellas se apartaban de la carretera y se perdían en
el desierto. Craso decidió seguirlas. Pronto las legiones marchaban
sobre una llanura desolada en la que no se hallaba ni un riachuelo ni
una brizna de hierba, solo ardientes dunas de arena. Los romanos
comenzaron a languidecer bajo el calor. El lugarteniente mas capaz de
Craso, un cuestor llamado Casio Longino, apremio a su general para que
diera media vuelta, pero Craso, que tan hábil era para las retiradas
estratégicas en la arena política, se negó en redondo a retroceder. Las
legiones siguieron avanzando. Llegaron entonces las noticias que tanto
había esperado su general. Los partos estaban cerca, y no solo una
división de caballería, sino un ejército entero. Ansioso por asegurarse
de que su enemigo no escapara, Craso dispuso a sus legiones. Estaban
ahora en lo más profundo de la tórrida y arenosa llanura. Podían
distinguir frente a ellos a hombres a caballo, sucios y polvorientos.
Los legionarios dispusieron sus escudos. Al verlos, los partos se
despojaron de sus harapos para revelar que tanto ellos como sus caballos
estaban cubiertos de centelleantes cotas de malla. Al mismo tiempo,
desde la llanura, llego el estremecedor sonido de tambores y campanas,
un son “como el rugido de los depredadores salvajes, pero mezclado con
lo afilado de un trueno”. Para los romanos parecía algo no humano, una
alucinación nacida del aplastante calor. Al oírlo, sintieron
escalofríos.
Y todo ese largo día iba a desarrollarse como si fuera una
pesadilla. Los partos rehuyeron todo intento de combate frontal,
desapareciendo como espejismos tras las dunas, pero estaban armados con
arcos y flechas con punta de hierro, que disparaban mientras huían al
galope contra las filas inmóviles, abrasadas y sudorosas de legionarios.
Cuando Publio [hijo de Craso] se lanzo con sus galos en
persecución de los partos, fuero rodeados por la caballería pesada del
enemigo y hechos pedazos. El propio Publio fue decapitado, y un jinete
parto, con su cabeza clavada en la punta de una lanza, galopo frente a
la formación de los romanos, burlándose de ellos e insultando a gritos
al padre de Publio.
Las legiones estaban rodeadas. Durante todo el día les llovieron
las letales flechas de los partos y, terca. Heroicamente, las legiones
resistieron sin retroceder. Con la bendición de la llegada del
crepúsculo, los restos destrozados de la gran expedición de Craso
iniciaron la retirada, desandando el camino hasta Carras, la ciudad más
cercana de un tamaño respetable. Desde allí, bajo el hábil mando de
Casio, unos pocos y desordenados supervivientes consiguieron pasar al
lado romano de la frontera. Dejaron atrás a veinte mil de sus
compatriotas muertos en el campo de batalla y diez mil más hechos
prisioneros. Se perdieron siete águilas. Desde Cannas, ningún ejército
romano había sufrido una derrota tan catastrófica.
El propio Craso, estupefacto ante la ruina total de todas sus
esperanzas, fue inducido por los partos a parlamentar. Después de haber
tendido tantas celadas, el mismo se vio sucumbiendo a una trampa. Quedo
atrapado en una escaramuza y resulto muerto.”
Enlaces de interés.-
http://www.satrapa1.com/articulos/antiguedad/craso/Carras.htm
¡¡¡ AVE ¡¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puris sermonis amator...