Como decia el sabio señor Miyagi, la ira de un guerrero debe ser templada y nada mejor que la arboricultura para ello.
No me considero una persona iracunda, a pesar de que quizas mis hijos o los zagales que entreno podrian objetar algo a mis palabras, pero sinceramente y usando un metodo simple por comparacion, no soy un mala "folla", aunque a veces uno tiene sus dias de ira.
Hay dias, en los que uno no comprende el porque de las cosas, o quizas, se niega a comprender una dolorosa realidad. En dias asi, que afortunadamente contados tengo, una mala saña se apodera de mi, por lo comun, bonancible genio, y descargo furibundos estufidos a todo el que me ciñe el flanco.
A parte de a mi familia, y a la chica de las tostadas, hoy estaba desatado y hacia fuego indiscriminado y reprobatorio a todo lo que se moviera en mi esfera de influencia. Ante tal estado y en un destello de mi bondad, decidi volverme asceta, y evitar el minimo contacto con los que me rodean, que aunque pudiesen tener culpa en el origen de mi ira, poca culpa tienen de como me torturo las meninges por temas que probablemente a ellos le pareceran futiles.
Siguiendo pues, el sabio consejo de sensei Miyagi, me he dedicado a la arboricultura...
Frente a la casa donde habito, plante hace tres años dos ficus y un nispero japones. El pobre nispero no sobrevivio el primer año, y los ficus, arboles fuertes, iban viento en popa pero el viento, la cochinilla algodonosa, algunas talas desafortunadas, y una politica hidrologica mas que discutible los han llevado hasta casi la extincion.
Este es el mas debil de los dos. El tratamiento de choque ha consistido y siempre bajo prescripcion de expertos en el tema, 15 gramos de quelatos de hierro disueltos en agua, mas un riego de aproximadamente unos 60 litros de agua. Ademas he procedido a fumigarlos contra la cochinilla, debilmente al debil, y algo mas insistentemente al mas fuerte de los dos. Segun su evolucion procedere a repetirles este tratamiento dentro de unas semanas.
En lugar del fallecido nispero japones se ha plantado uno de aqui, que la verdad ha tenido tiron, aunque algunas de sus hojas presentan daños, desconociendo el motivo, ha recibido su racion de hierro y una fumigacion ligera.
Similar tratamiento ha recibido el olivo de la entrada, que presenta abundantes frutos, es joven aun pero tiene buen aspecto...
Con el resto de la mochila, he fumigado las malas hierbas de los alrededores...
Para terminar, he cambiado la destrozada sombrilla que tenia en la mesa de piedra, por una nueva, afianzandola con unos vientos...
Terminado el trabajo, estibado de herramientas, una ducha reparadora y ¿sabeis que?
Sigo estando de mala leche...
¡¡¡AVE¡¡¡
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Puris sermonis amator...