jueves, 17 de agosto de 2017

UN PUNTO Y SEGUIDO...

     Que llevo cuatro días en esto del rugby, ya lo he dicho y escrito muchas veces, pero que lo que llevo pues a mi juicio y bajo mis condiciones (llegue casi cuarentón) han sido intensos, pues también.

     Corría el año 2009 cuando comencé su practica, pero realmente me costo bien poco darme cuenta que mis recorridos como jugador iban a ser los justos.

     Ya he comentado también mas de una vez, que pronto, conforme mi interés por este deporte, que mas bien es religión, crecía, y viendo la familia que acaba siendo un club de rugby y que siempre hay que echar una mano, me interese por el camino que lleva a alguien a convertirse en entrenador. El recipiente de mis inquietudes fue Segismundo Perez, a la sazón entrenador y presidente del club.

      Segismundo, Segis para todos, no solo me contesto, sino que me incito al pecado, así que en el verano de 2011 curse en Madrid el curso de Nivel 1 de la FER y la antigua IRB.

     El curso lo culmine con aprovechamiento, a falta de realizar las practicas, que naturalmente comencé la temporada siguiente con los cadetes e infantiles del club.

     A mediados de octubre de 2011, debute como entrenador en el estadio del pantano de Villajoyosa, ante La Vila, a la que derrotamos por 20 a 22. Aun recuerdo los nervios, solos allí ante el peligro, el amigo Pablo Mazon, a quien nunca dejare de agradecerle el indicarme "que en la Universidad jugaba al rugby y aceptaban viejos...". 


     Desde entonces, han sido hasta este año seis temporadas. Seis temporadas llevando a las bases de mi club, el Orihuela Club de Rugby. Primero los calvarios en la Federacion Valenciana, con ligas de 3-4 equipos jugando a quince, sin tener quince, sufriendo por la integridad física de mis jugadores.

     Después la "migracion" a la FERRMUR, jugando a doce, en una liga de ocho equipos, en la que mis chavales, después de pasar el "desierto" de jugar casi siempre en inferioridad numérica, se habían curtido, y alcanzan el primer año el subcampeonato de liga. 

     Posteriormente, llega el doblete, ganando liga y copa, en una temporada histórica, culmen a una generación de jugadores excepcional.

     Siguiendo con humildad, dos nuevas temporadas, formando a nuevos jugadores, y disputando ligas cadete e infantil.

     Atrás quedan, pero no se olvidan, la cantidad de chavales que han pasado por mis, a veces peculiares (por calificarlos de algún modo) métodos de coaching. Me acuerdo de todos y a todos guardo un gran cariño. Es muy gratificante ver como crecen como deportistas pero también como personas.

     El trabajo incansable y continuado, cada martes, cada jueves, cada fin de semana, llevarlos, traerlos, cuidarlos, llevarlos al hospital alguna vez, traerlos sanos y salvos de vuelta las que mas, el trabajo en casa preparando el trabajo del equipo, los viajes, las promociones de los chavales a selecciones y campus, pfffffff permitirme la onomatopeya, pero es que son tantísimas cosas, tantísimas experiencias.

     Lo mas curioso, es que no me acuerdo de ninguna en especial, tampoco de ganar o perder, incluso un campeonato, lo que mas me embarga es un sentimiento, de agradecimiento, inmenso.

     Agradecimiento primero a Segis, porque sin su consejo, acicate, apoyo, y confianza nunca hubiera llegado a donde he llegado, ni habría experimentado esta maravilla.

     Agradecimiento a Pablo como ya dije, por meterme en este lío. A Oscar Ballester que fue mi entrenador durante casi todos los años que jugué y con el que he compartido y comparto cursos y rugby. 

     Agradecer también a Pedro Murcia mi antecesor con las bases, a Jaime Ngo, Alvin y Joseri, Gregory, Zapa, Piru, Adrian, Juanma, y seguro que me olvido a alguien, perdonadme han sido seis años, y habéis sido tantos los que me habéis echado una mano. También a los responsables de las escuelas Sergio, David, Paco y Elvira.

     Tampoco puedo obviar mi agradecimiento, a mi compañero Quino, con el que he compartido intensamente el tramo final de este periodo.

     Imposible olvidar a los socios que apoyaron y ayudaron a los muchachos, en especial a Sara Ferrandez que siempre apoyo al equipo mientras su hijo formo parte de el, y que sin su trabajo y tesón, muchas cosas logradas este año no hubieran sido posible, con mas merito puesto que ya su hijo juega en otra categoría. Gracias de verdad por tu trabajo y por ser nuestra "supporter" incondicional, a veces, tristemente, nuestra única hincha en la grada, gracias.

      No puedo dejar de agradecer, la confianza a veces ciega de unos padres, que dejaron a sus hijos en mis manos, y a los que he tratado lo mejor que he sabido de todo corazón. Les he intentado enseñar algo del deporte que practicamos, pero también he intentado que se desarrollen como personas de provecho, y cada tropiezo, no digamos cada lesión, me han dolido mas que si hubiesen sido mías. No voy a glosar aquí, cada cosa que he hecho con gusto por todos ellos, aunque quizás debiera porque no he llegado a conocer a la mitad de los padres de los chicos que tuve a mi cargo, algo bastante penoso. De todas formas, gracias por dejarme a vuestras joyas, he intentado pulirlas y realzar su ya de por si brillo, ojala alcancen las mas altas metas en la vida y os llenen de orgullo como padres. Y a los padres que habéis apoyado, acudido a partidos, ayudado en los terceros tiempos, en las ventas y rifas, llevándolos a los partidos, gracias porque sin vosotros no seria posible.

     Por ultimo, quiero agradecer a la pieza central de todo esto, los jugadores. A todos, a quienes vinieron un día, a quienes se quedaron para siempre. A chicos, a chicas, a rumanos, marroquies, rusos, ingleses, argelinos, bolivianos, ecuatorianos, venezolanos, colombianos, chilenos, españoles de aquí y de allá, a todos. Por aguantar mi mal genio a veces, por aguantar mi modo de dirigir y entrenar, por aguantar mis pésimos chistes, por aguantar mis comidas de tarro, por aguantar mis anécdotas verídicas, por aguantarme en fin.

     Gracias por haberme hecho participe de vuestra vida, y espero que siempre me recodéis, con cariño o sin el, pero tengáis por seguro que yo si me acordare de todos vosotros y a todos os deseo lo mejor, en el rugby y en la vida.

      Todo este baboseo, viene porque como dice el titulo del post, llevo seis años dirigiendo a los chicos y chicas del club, y ya el año pasado, comunique a la dirección del club, mi deseo de parar, dejar la tarea. Han sido muchos años, y además del cansancio esta la firme convicción de que hay que renovar cada cierto tiempo "las cabezas tractoras" en los proyectos, para que los mismos no pierdan la inercia que los habrá de llevar al infinito y mas alla. 

     Quiero dejar claro, que a pesar de que durante los dos últimos años he mantenido mis tareas con las bases del club, con mi trabajo en la Federacion de rugby, no es cierto que simplemente lo deje por seguir en Federacion, porque podría haberlo hecho antes. Simplemente, de mi trabajo como entrenador de las bases del club acumulo seis temporadas, y creo que llega la hora de descansar, igual que ocurrirá con mi trabajo en Federacion, o en cualquier tarea que uno abarca, las vacaciones siempre son justas y bien merecidas. 

     También y por ultimo, decir que es un punto y seguido, que son vacaciones, sigo ligado a mi club del cual soy socio, y en cuanto recargue pilas, llevare el carro que se me asigne, aunque sea el de pintar el campo.

     Había pensado hacer un repaso fotográfico de instantáneas durante mi tarea de estos años, pero he pensado que mejor, solo dos, la primera y la ultima.


¡¡¡AVE¡¡¡

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Puris sermonis amator...

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